Hay en mi mente pensamientos que se niegan a morir. Son los brotes nacientes de tanto arbol maduro, de tantas plantaciones que han debido crecer entre cactus y espinos, soportando la fiereza de muchos vendavales. Pero estan alli, atrincherados bajo una invisible cortina de humo negro, aturdiendo las ideas mas renovadoras. Son inllexibles, como la tajante desicion del dictador mas implacable y arrolladores como el vagon monstruoso que desplaza toda carne que encuentra a su paso..
Son remolinos de metal que giran incesantemente y que, como lamina filosa, rebanan y desplazan las nacientes uvas de los parronales.
Pensamientos de metal...trozos de arcilla que aun no han podido ser moldeados por las manos del habil artesano, notas de un guitarron,cuyos acordes se han entristecido con la monotonia de la noche. Dejenme hoy salir al campo y cubrir mi cuerpo con el reflejo de la luna; quiero permanecer con la mirada perdida en la inconciencia. Remolinos atormentadores que agitan mi pensamiento, acompañenme a caminar en medio de la noche; sean testigos de mi desnudez. Antes de partir abracenme de nuevo, ronden en torno a mi como angeles azules y hagan sonar las cuerdas con la magia de cada instrumento.
Seguramente, seran las notas finales las que suavizaran el llanto de mis ojos y, antes de la llegada del amanecer, mil remolinos de metal habran dejado de girar.
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