Puse en tus manos un sueño y me escuchaste,
puse en tus manos la vida que nacía,
puse en ti sus vivencias más amadas
y también sus angustias más crecidas.
Te entregué en oración su vida entera
su estandarte de lucha y su bandera,
te entregué sus humanas ansiedades
y también sus divinas tempestades.
Te abracé desde el cielo hasta la tierra,
hasta hacerte ingresar entre sus venas,
hasta hacerte surcar su pensamiento
con la calma que llega de tu esfera.
Y estuviste presente y le miraste,
y cogiste su mano y le abrasaste,
y soplaste en su rostro tu caricia
e inundaste su alma con bondades.
Convertiste sus miedos en trincheras,
y en su mente tu luz se hizo presente,
y en tu esencia su voz quedó estampada
y el saber le abrazó concientemente.
Cubrió tu voz la calma de sus horas,
tu silencio el oído omnipotente
y tu mano guió el preciso instante
donde el éxito se hizo coincidente.
Gracias te doy señor,por escucharme,
por extender tu luz,por ser su guía,
por tocar con tus manos su presente
y esparcir tu bondad entre sus días..