domingo, 25 de julio de 2010

CONTEMPLANDO LA POBREZA

La palabra pobreza contiene los opuestos de la vida,los desequilibrios equivocados de los conceptos y la ambiguedad de una idea poco precisa.La pobreza  es siempre rehuìda porque se le asocia con la tristeza,con el abandono y con la soledad y ,hay muchos,que la relacionan con el desamparo.Pero  la vida me ha enseñado a comprender que sòlo es pobre el que voluntariamente se margina,el que se debilita cuando las dificultades lo desploman,el que se ciega ante el maravilloso espectàculo que Dios ha creado  para nosotros y que se nos ofrece dìa a dìa sin ningùn costo.Las flores,por ejemplo,estàn en todas partes,tienen para nosotros los perfumes màs sofisticados que hallamos podido oler y,sin embargo,  ni siquiera nos detenemos un segundo para deleitarnos con ellos.Tienen los matices que ningùn òleo ha podido reproducir,la luminosidad y el brillo que ninguna làmpara ha podido reflejar y,aùn asì,pasamos ante ellas sin atesorar su belleza.Si tuvièramos la capacidad de detenernos un poco ante  las cosas sencillas de la vida que afortunados nos sentirìamos.Podrìamos comprender que la verdadera riqueza es la que llevamos dentro,allì donde el alma ha ido atesorando los mil y un detalles que otros no pudieron ver.
La riqueza de la vida està en la capacidad de soñar,està en la sonrrisa que podemos compartir cada dìa,està en la posibiliad de respirar la frescura de la brisa perfumada,està en la satisfacciòn que  nos brinda el tender  nuestra mano a quièn lo necesita,en levantar al caìdo para hacerlo sentir fuerte,està en  el ser capaces de reconocer nuestras propias capacidades y hacerlas florecer aùn sin riego,està en el saber apreciar el valor de las cosas màs pequeñas para hacer con ellas algo grande y sobresaliente,està en el vivir en armonìa con lo que poseemos y en el mirar la luz que se oculta detràs de las sombras.Eso se llama esperanza.Sin la esperanza no hay vida y sin vida no hay riqueza posible.
Y si de pobreza material se trata, bastarà con mirar a nuestro alrededor para darnos cuenta que no somos tan pobres,...aunque estemos por debajo de muchos ,tambièn es cierto que estamos por encima de  otros que,aparentemente no tienen nada: los desamparados.Pero aùn ellos,sin poseer riquezas  materiales,...han de sentirse felices porque,no teniendo nada,lo tienen todo.Tienen un alma que los conecta con el infinito,...un alma que siendo sencible al dolor y al sufrimiento,se ha hecho fuerte y ha crecido,...una mente,que  en medio del abandono ha podido asimilar las mayores enseñanzas para el crecimiento espiritual y,un cuerpo que, aunque a veces permanece entumecido,los conduce por la vida y les permite palpar todo lo que gratuitamente se nos ha entregado. Si el rico albergara el alma del pobre,...entonces si podrìa sentirse realmente rico.