viernes, 1 de enero de 2010

UN DÍA MÁS ENTRE MI NOCHE



Otra vez haz despertado en medio de la libertad de mi palabra 
y como la vez primera te he vuelto a cobijar entre mis letras...
otra vez me haz hablado con el alma indefensa
 y ha sido tu silencio un murmullo secreto.
Otra vez me haz volcado en medio de tu océano
 como una nave inquieta que se aleja y se acerca
 y ha sido tu mirada mi esperanza incompleta
 y a sido tu presencia mi minuto infinito.
Otra vez me ha quedado el alma descubierta
 y de nuevo tu calma se me ha hecho presente, 
 aunque en medio del viento tu silencio se duerme,
aunque envuelta en la calma tu te escondes sin verme.
Esta vez te he atrapado con mis redes de fuego
 y en medio de mis bosques he encendido tu llama,
esta vez no he dejado que los vientos te lleven,
que las aguas te mojen y los fuegos te abracen.
Pero a pesar de todo te mantienes  distante,
y caminas despacio entre tanto cemento,
y mantienes sujeta cada sombra a tu cuerpo
como cada colgante que se aferra a tu cuello.
Esas cadenas largas  que se arrastran y pesan
te van atando al suelo cada vez que caminas
 y sumergen tu cuerpo en las aguas profundas
 donde queman las sales que confunden la arena.
Pero en medio del viento se desprende el rocío 
y entre mares de sombras se deslizan esferas
 y entre sueños de otoño una luz se aproxima,
pretérita y perfecta como la noche misma.