Estoy recorriendo el mar casi en secreto,
sentada sobre los viejos leños
de una lancha oxidada por el tiempo,
donde han quedado sueños,pensamientos y olvidos
anegados por horas de silencio.
Me interno entre las aguas inquietas y triviales,
aguas despedazadas,fuego de tantos cuerpos
que se han ido esparciendo desde lejos...
y en medio de las olas surgen los pensamientos,...
Acojo entonces el paso de las horas
desprendidas del tiempo y me encadeno,
me aturdo entre la brisa que humedece mi pecho
y es el sol un abrigo que me acoje con miedo.
Fijo entonces mis ojos
en las sombras que dejan los reflejos,
en las astillas casi despedazadas
que flotan como ejemplo
de aquello incomprensible que se ha quedado quieto
y reprimo el deseo.
Callo,atesoro el vuelo libre de las aves
que cruzan como el viento,
la luz inacabable de un sol siempre sereno
y el trazado perfecto de una línea continua
que limita el querer romper los sueños.
Más allá una tierra habrá dónde pararme,...
una piedra quizá dónde sentarme,
un refugio tal vez dónde abrazarme.
Mientras,...una sonrisa me llega desde lejos,
refugiada en mis ansias contenidas,
en el inmenso mar donde me hielo,...
en el inmenso mar donde me hielo,...
caprichosa, constante e indefensa