Una vez màs estoy aquì despierta,
elaborando con mis pensamientos
el estandarte de mis soledades,
la cofradìa de mis emosiones
y el ovituario de mis desamores.
Y en ese intento de querer ser noble
me voy perdiendo entre mis propias culpas,
me voy atando un poco a las verdades
que han dejado su huella inevitable.
Es verdad que de un tiempo a esta parte
hay capìtulos que empiezan a cerrarse,
hay motivos que van siendo màs fuertes
y razones que son imponderables.
Entre todos aquellos,el màs fuerte,
el motivo del bien saber amarse,
se me hace màs fuerte en este instante
en que los años comienzan a alejarse.
Y es mi vida el espejo en el que miro
los pesares que intentan disiparse,
un pequeño bosquejo de recuerdos
que envenenan de a poco los detalles.
Bruma,melancolìa,nefastos episodios corporales,
repercuciones de silbatos viejos
que fueron perpetuàndose en mi calle,
entretanto,perdida yo en la oscura fuente
iba sintiendo como el sol huìa.
Y en esa espera de ver llegar el dìa,
fui permitèndo que el invierno entrara,
que el frìo congelara mis momentos,
que la rosa se cerrara al rocìo
y que el canto del ave se olvidara.
Es verdad que hoy tengo una razòn
para vivir la vida a mi manera,
es verdad que mientras descansaba
una razòn habìa,...
una estaciòn que estaba clausurada
vio pasar otro tren esta mañana.