De nada sirve decir cuanto te amo,
cuánto me duele el día que no llega,
cuánto aquella esperanza que se esfuma
y aquél momento eterno de la espera.
De nada sirve aquella ausencia tuya,
de nada el desconsuelo que se aferra,
de nada los silencios,las nostalgias,
los pesares que atrapan cual cadena.
Tener las manos libres y sentirlas
entrelazadas con las carnes muertas,
querer mirar el cielo y darse cuenta
que la noche es la dueña de la tierra.
Querer desconocer el temple humano,
la soledad completa que nos queda
cuando ya todo pasa y es el viento
quién nos habla al oído,sin respuestas.
Querer tener la vida entre las manos
y en esa vida ser presencia plena,
querer tener tan solo unos segundos
para volar contigo donde quiera
Pero en la larga noche de los sueños
en esa inmensa calle que nos lleva,
tan solo veo nubes que se estrellan
y algunas huellas de personas muertas.
De nada sirve decir cuanto te amo
cuando cierras tu puerta y no hay respuesta,
de nada sirve que te lleve dentro
si haz decidido andar cerrando puertas.