jueves, 12 de marzo de 2009

ESPERAS Y ESPERANZAS

Esperando el caer de la tarde
me he quedado sin tiempo,
ausente cada día
demis remordimientos
e incrustada en la estancia
de parajes eternos.
¡ Sueño !...viejos sueños
de amaneceres libres
se aferran y me oprimen
indestructiblemente
mientras,en la nostalgia
de mis atardeceres,vuelven las esperanzas
más sencillas a verme.
Me aferran,me oprimen,me sucumben a veces
y en delirios de sueños,
aveces imposibles,me desploman cual ave
en su lecho de muerte.
¿ Qué ha pasado?...
¿ QUÉ HA SIDO DE MI VIDA?
QUE AL VERTE COBIJADA
EN LOS MIL DESPERTARES
DE LA INCIERTA TARDANZA,
NO HE SABIDO ABRAZARTE,
¿ NO HE SABIDO QUERERTE?
Quizá si el despertar
de aquél profundo sueño
me sorprendió vagando
por mil amaneceres;
y así,...sin darme cuenta,
me fui haciendo distante,
distante en la distancia
de tus atardeceres.
Más hoy,aquí perdida,
nostálgica y ausente,
te contemplo a lo lejos
como a mi propia muerte;
incierta,inevitable,colmada de placeres
y absorta hasta el olvido
de lo que fue mi suerte.
Y sin desconocerte,
amando y continuando,
volviendo a ver la rama
que me apoyó sin verte,
me calmo,me sociego,
me aplaco en mi impotencia,
para verte de nuevo
sumergirte y perderte.

Autora: GRACIELA CORMATCHES B.
marzo 9-2009

DEJAME SER

Entra en mi bosque
y troza la madera,
desploma cuanto árbol
encuentres a tu paso
y luego aquí en mis brazos
complácete con verme,
perdida y silenciosa,
ausente y más ausente.
Quédate a mi aferrada
como el sol que me abraza,
quédate complaciente
perdida en mi mirada,
quédate allí extasiada
en mi mundo de sueños,
duérmete entre mis ojos
hasta abrirlos de nuevo.
Déjame descubrirte,
conocer tus secretos,
descorrer esos velos
de tu magia inherente
y allí entre la colmena
de tu néctar naciente,
déjame detenerme
para amarte y beberte.
Déjame ser tu estrella,
déjame ser tu guía,
déjame ser la ninfa
que llega a conocerte,
déjame que te ame,
déjame que te quiera,
deja que mi susurro
no lo escuche cualquiera.
Déjame arar la tierra
que haz guardado en secreto,
déjame labrar cada
rincón de tu tristeza,
déjame ser el agua,
déjame ser la siembra,
déjame ser la cesta
que guarde tu cosecha.

AUTORA: Graciela Cormatches B.
marzo 12-2009

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