viernes, 5 de marzo de 2010

CATÁSTROFE


La noche desencajó sus mandíbulas ardientes
 y se estrelló de frente con un mar grosero,
las aguas destronaron los navíos 
y absorbieron de cuajo los recuerdos.
La tierra masticó la noche en calma 
y abriendo las compuertas de los sueños 
entregó sus refugios a las olas,
  las horas sucumbieron al recuerdo.
Se estremeció la noche que dormía
 silenciosa en las horas estrelladas
 y asolando en estrépito la altura
 desvaneció esperanzas añoradas.
La tierra se escondió desprotegida,
cabisbaja en su asombro y agonía y
 encogida, entreabrió sus brazos muertos
  sacudiendo su cuerpo entre dormida.
Allí quedó la vida desprendida,
gimiendo a gritos,despedazada y viva,
arañando los muros dislocados,
respirando asfixiada el polvo suelto.
Y se tragó la noche con su pena,
y humedeció su cuerpo con el llanto 
y derrumbó las luces que abrigaban 
con su calor los cuerpos abrazados.

CON LAS MANOS ATADAS


Con las manos atadas me conmuevo en silencio,
con la voz desgastada y los ojos marchitos
se me quedan perdidos los mejores momentos 
y en silencio repito las ausencias y el miedo.

Con la voz apagada por las noches en vela,
con la mente perdida en los sueños que anhelo,
se me van despertando las heridas antiguas,
se me van agrietando los desvelos inquietos.

 Y otra vez yo me asombro y de nuevo me ausento,
y otra vez me separo del sostén de mi cuerpo
y de nuevo me alojo en los ritos del verso
 y otra vez me encadeno a mi humilde universo.

Desenvuelvo el espanto que he guardado en secreto,
me bebo los residuos de todo lo deshecho
 y aunque veo que existes se me nublan los cielos
 y me inundo en la absurda reflexión de los tiempos.