miércoles, 8 de julio de 2009

ODA A LAS AGUAS


Aguas inquietas como aves peregrinas

vienen a mi memoria,...

aguas atormentadas por la caída

de la lluvia en invierno,

aguas adoloridas y pedregosas

anegadas de rocío,

aguas turbulentas,

aguas azules,

aguas claras.


Aguas reflejadas en espejos cristalinos

que danzan presurosas

sobre el arenal de un río;

abran sus brazos

y extiéndanlos hacia el cielo,...

interrumpan la magia de la noche

y ocúltense en la aurora

mientras el rocío cubre mi cuerpo.


Aguas silenciosas, ...

expriman la sazón de los mares

y depositen en cada pétalo

el dulzor de una caricia.

El estío será cómplice

de vuestro caminar.

Serán la escarcha de mi techo en invierno

y la humedad de la brisa en primavera...



Habrán alimentado la boca sedienta

de un moribundo antes de que la tarde

trasponga sus rayos en el horizonte

y un goteo inagotable en la noche

me obligará a despertar.