viernes, 21 de agosto de 2009

HAY UN TIEMPO PARA TODO


Hay un tiempo para todo en la vida, tiempo para nacer,tiempo para crecer, tiempo para conocer ,tiempo para vivir ,tiempo para esperar,tiempo para meditar.Cada instante contiene la sugerente espera del instante preciso,cada latido abraza los momentos vividos y los transforma en luz o los consume como el fuego consume la madera.Pero el tiempo se mantiene inexorable,a veces arbitrario y confundido,desequilibrando el nacimiento de todo lo creado.Los brotes tiernos se asoman tímidos y confundidos en el tronco del árbol, un corazón, apenas sensitivo, late por primera vez en el vientre de una mujer,las transparentes alas de una mariposa se extienden a la vida para anunciar el primer vuelo.Mientras, a nuestro alrededor, la vida continúa sin respuestas.

Entonces elevamos las manos a los cielos, perpetuamos nuestro incondicional amor en un concepto absoluto de grandeza y eternidad y nos refugiamos en la espera.Un manto de sombras cubre nuestro horizonte y nos sentimos vencidos, la inquietud nos corroe hasta los huesos y la desesperanza se nos hace presente arrebatándonos la sonrisa de los labios.Nos quedamos paralizados en la espera de lo inevitable,en la desesperanza de lo incalculable,en el desconsuelo de lo impredecible. Pero cada instante,cada desasosiego,cada espera se convierte en una burla interminable y es la crueldad de las horas silenciosas la que nos quema.Nos seca las entrañas, nos exprime el cerebro, nos carcome los huesos y ,al final, no conforme de vernos ya deshechos, nos rebana las carnes en el lecho. Entonces, el corazón se nutre de deshechos y en horas el veneno lo atrapa y lo aniquila.

Sobreviene entonces el tiempo de la espera, la sobredosis terapéutica de la reparación.Son sorbos de amarga miel que se beben cada hora, nutrientes desconocidos que intentan sanar las heridas pero que por momentos sólo consiguen profundizarlas más.Medicinas nacionales, medicinas importadas,medicinas alternativas para todos los estados,...todo lo pruebo y las heridas no sanan., el veneno me quema las entrañas y siento como el silencio se me hace profundo.Afuera,la vida continúa,todo sigue su ciclo interminable mientras yo allí,marchita y trémula, me sumerjo en la espera de algo que yo misma desconozco; la espera de un lamento,la espera de un suspiro, la espera de un llamado.

Los brotes han crecido y veo los àrboles vestidos con frondosos ramajes, por mi ventana entreabierta escucho llegar los trinares de las aves y un inconfundible olor a hierbas me anuncia la llegada de la primavera.Ya las nubes en el cielo se han disipado, los colores ya no son los mismos pero en mi interior nada parece cambiar.Los poros de mi cuerpo parecen bloqueados a la esperanza de la vida, el sol, el aire, el agua filtran sus energías antes de tocarme y no logro asimilar la magnitud de su grandeza. Continúo la espera, me desvelo y me asombro con cada pensamiento, aveces me desbordo como lluvia en invierno y me alboroto, rudimentaria, sedienta y pensativa.

Sin esperar mañana, habiéndome dormido entre la noche y encarcelado mi alma en el vacío veo una luz venir hacia mi encuentro.Está en mis sueños, en la esperanza de mi alma entristecida, en el dolor quemante de mis huesos ...y me asombra,...me desconecta y me abraza como un sueño, con el sopor insostenible del recuerdo.Entonces me anticipo, rasguño el vidrio y atrapo tus palabras, esas palabras que se escapan de ti como un susurro inagotable y lento y me abrazo al silencio que me nutre en la aurora y te oigo de lejos,y te llamo y te veo.

Ahora es el tiempo de soñar y te espero,sobrevuelo los cielos como errante viajero y antes de que amanezca te visito en secreto.Veo el mañana,tímidamente atrapo la esperanza y me sumerjo en tu vuelo interminable,ansiosa,delirante y refugiada en el roce de tu aliento.Me sonríes, me acoges, me acompañas,son ahora tus alas el despertar de un sueño.Entonces clamo al cielo y te nombro,ángel de mis recuerdos, esperanza naciente,soporte de mis sueños.