Si te vuelvo a encontrar y si me encuentras,
caminando desnuda entre la noche,
inclínate al pasar y luego huye,
despídete de mi sin que me nombres.
Escúdate en las sombras del olvido
para que nada pueda reflejarse
y en medio de tu forma indiferente,
despídete sin miedos de mi tarde.
Y si en tu despertar aún quedara
la costumbre imprudente de nombrarme,
separa los recuerdos de las horas,
recórtale a tus alas los detalles.
Más si te vuelvo a ver tendré presente
aquello positivo que dejaste,
luz en mi corazón, serena fortaleza,
gratitud por querer acompañarme.