
Sobre la palidez de tu textura voy depositando el color de tantos dìas, de tantos soles, de tantas aguas. Sobre el cielo se tapizan los rojos, los azules dorados y los grises sombreados. para ver suspenderse tus mañanas, tus inquietas miradas, tus moradas.
A lo lejos,...los verdes se retuercen para sembrar espinos, azafranes, laureles y , en medio de trigales, los soles amarillos se pierden y se mecen. Tus arenas semejan el desierto terroso, trepado entre la arcilla madura y el cemento.
Entretanto,...me arrebatas tus piedras, tus guijarros heridos, cada trozo de onix,de granito, de cuarzo, de amatista encendida y, entre el verdor de algas y el àmbar de corales, se descuelgan tus perlas, tornasoles de seda. Entonces grito;...rompo la suavidad de tu textura y te tiño de rojo, con el abrazador torrente de mi sangre en invierno.
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