domingo, 22 de marzo de 2009

AUSENCIA

Con sólo un día de vida
entre mis manos,
me he de quedar mordiendo
tu recuerdo,
me he de beber el néctar
de tu ausencia
y cada sorbo
de mi sufrimiento.
Con sólo un día
de profunda calma,
me ha de bastar
para decir te quiero
y, así, en silencio
deberé alejarme,
para volver de nuevo
a mi sosiego.
Atrás habrán quedado
nuestros sueños,
cada esperanza
que me dio tu anhelo
y sola, aquí perdida
entre mis manos,
veré cómo se ausenta
aquél te quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario